El proyecto Contour Crafting lleva a cabo la impresión 3D de casas, con la intención de dejar de lado los métodos de construcción convencionales.Barriadas de chabolas y suburbios superpoblados provocan un nido de insalubridad, desesperación y criminalidad. Sin embargo, para frenar estos problemas no basta con medidas legislativas o administrativas, pues subyace una cuestión de fondo, como es la simple incapacidad física para construir edificios donde meter a importantes grupos de población.Alrededor de 1.000 millones de personas viven en unas condiciones miserables, bajo techos de chabolas, chozas remendadas con telas y materiales de deshechos. Ésta es la cifra que maneja el profesor de ingeniería industrial Behrokh Khoshnevis, impulsor de Contour Crafting, un proyecto orientado a la construcción de viviendas mediante técnicas de impresión 3D. La tecnología permite edificar una casa de 2.500 metros cuadrados en 20 horas, lo que representa no sólo un récord sino una esperanza para reducir los problemas de habitabilidad en el mundo.
El profesor Khoshnevis, de la University of Southern California, lo achaca a los métodos de construcción convencionales, que califica de lentos y peligrosos, al tiempo que los asocia a grandes necesidades de trabajo y a la corrupción. Además, la tarea de construir un edificio genera un buen número de residuos, incluyendo emisiones de gases a la atmósfera.
El proyecto Contour Crafting se ha propuesto como meta acelerar el proceso de construcción inspirándose en la fabricación industrial basada en CAD/CAM, el mismo modelo que utilizan las impresoras 3D para funcionar. El diseño de la arquitectura se realiza entero sobre un programa digital y una vez concluido se envía a la máquina para que empiece la producción.
Menos de 20 horas para construir una casa
Las máquinas de Contour Crafting son básicamente impresoras 3D de gran tamaño, que funcionan con una amplia gama de materiales, no sólo plástico ABS, del que se sirven habitualmente estas máquinas. Sobre todo utilizan cemento – modificado para que pueda soportar el ritmo frenético de esta construcción – que se deposita capa a capa mediante una boquilla.
Contour Crafting tiene la capacidad para construir barrios enteros con un menor coste, pues se ahorra en materiales y en mano de obra. Mientras que los diseños de cada casa o cada edificio pueden variar sin dificultades, no en vano se trata de un diseño plasmado en un archivo digital. Durante la construcción de una viviendo es posible integrar la instalación eléctrica, las cañerías o el sistema de calefacción. Al terminar, las máquinas también pueden pintar las paredes. En resumen, una casa de 2.500 metros cuadrados puede estar lista en 20 horas.
El proyecto trabaja con grandes robots que pueden acoplarse de forma distinta para hacer una casa unifamiliar, una hilera de adosados, o bien un edificio de varias alturas, que exigiría alzar progresivamente las máquinas. Si la mayoría de objetos se fabrican automáticamente hoy en día, por qué no se va a poder hacer lo mismo con las casas.