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jueves, 8 de marzo de 2012

Losas Potensadas

DESDE 1966, Las Losas postensadas, Con el pecado o adherencia, Han permitido a arquitectos, Ingenieros y Constructores de Todo el Mundo realizar SUS Proyectos obteniendo Diseños Seguros, economicos Y agradables estéticamente.
Estás consistencia en Losas hormigonadas in - situ, postensadas MEDIANTE EL USO de los cables de Acero de Alta Resistencia dispuestos segun la ONU trazado parabólico, Y Anclados a Traves De los cunas a SUS Extremos Anclajes. Una Vez hormigonada la losa, Cada cable es tensado segun las indicaciones del Proyecto.
La flexibilidad del Sistema OFRECE MEJORES Posibilidades Creativas Para El Diseño, permitiendo Mayores luces, PLANTAS Libres y Más Estructuras esbeltas.
Es Importante Que DESTACAR of this forma pueden eliminarse las vigas Tradicionales, lográndose ASI UNA ALTURA Útil alcalde de piso un piso. Por Esto permite resolver Problemas de rasante ASI COMO, en algunos Edificios en Altura, buscas? Pisos adicionales pecado Modificar Su total de Altura.

Las Principales ventajas de las Losas postensadas hijo:

Acortamiento significativo de Plazos de ejecución resuelve de la Obra Gruesa Gracias a Rápidos y eficientes Programas de Construcción.

Ahorros en Hormigón, acero, mano de obra y moldaje.

Integridad Estructural superiores proporcionada Por La Continuidad de La Cables y flameadas.

Estructuras Esbeltas de Que permiten Disminuir la Altura del Inglés Edificio y Reducir Las cargas de Fundación y Luces Aumentar Las.

Uniones Sencillas y eficientes Entre Losas, vigas, Muros y Columnas de Que eliminan Problemas de juntas Entre Elementos DICHOS.

Soluciones ESTRUCTURALES Con bajos Requerimientos de mantención.

Mayor firmeza, durabilidad y Resistencia al Fuego.

Sistema Con Adherencia (Bontec 1)

Cordón de 0,5 "o 0,6" desnudo Inyección lechada de cemento Vaina corrugada monocordón Masa de Hormigón de Estructura

El cable de postensado, Inserto En Un ducto Plástico, sí inyecta lechada Con UNA DE INYECCION, permaneciendo adherido Completamente A la masa de Hormigón Que conformación Elemento el.

Sistema pecado Adherencia (no unidas)

El cable de postensado, plastificado engrasado, ESTA permanentemente libre de Movimientos relativos respecto al Hormigón, debido al estilo de Grasa y fundamental Que POSEE (sin adherencia Entre Acero y Hormigón).

ALGUNAS Geometrias Comunes de Losas postensadas

Losa Plana

Losa Plana Con Capitel

Losa Unidireccional

Viga y Losa Postensada Unidireccional

Luz Máxima: 8 metros

Luz Máxima: 12,2 mts.

Luz Máxima: 13,4 mts.

Luz de Las Vigas: 16 y 20 mts.

Criterio limitante: Corte punzonamiento.

Criterio limitante: deflexión

Criterio limitante: deflexión

Luz de Las Losas: 5,5 y 6 metros

Espesor de las losa: 125 - 150 mm

Altura de la viga: 750 - 900 mm

Ancho delas vigas: 400 - 460 mm

Vía VSL

martes, 7 de diciembre de 2010

Losas compuestas: procedimientos de ensayo

En este trabajo se describe minuciosamente el procedimiento de ensayo a losas compuestas utilizando los modelos experimentales de flexión a escala natural, y de tracción (pull out) a escala reducida. Incluye descripción de las características de las probetas, de los materiales, de los equipos de ensayo y de los resultados esperados.
Palabras Clave
Losas compuestas, ensayos, flexión, tracción, probetas
Composite Slabs, experimental, flexion, pull out, specimen

Introducción


El análisis de las losas compuestas resulta extremadamente complejo ya que el definir teóricamente su cortante de fallo es tarea arduo engorrosa dado que influyen varias variables que están relacionadas entre sí, como son la altura, forma, orientación y espaciamiento de las embuticiones, así como la geometría y la flexibilidad de la lámina. Para evitar tal complejidad, la estimación del cortante de fallo se realiza generalmente mediante ensayos experimentales
El ensayo más aceptado universalmente es el de flexión a escala natural, en el cual se carga un tramo de losa entre dos apoyos con dos cargas puntuales aplicadas en las dos segundas secciones de las cuartas partes de la luz, en lo que llaman luz de cortante, pues se ha determinado experimentalmente que a esa distancia es que surgen los mayores agrietamientos, que llevan consigo al fallo por cortante longitudinal.
El segundo ensayo más popular es el de pull out o tracción, que consiste en una probeta simétrica de losa compuesta del ancho de un entrenervios y longitud 300mm, y a la cual se aplica una carga con el objetivo de separar por deslizamiento la lámina metálica y el bloque de hormigón, lo que significaría cuantitativamente la resistencia última al cizallamiento longitudinal.
En este trabajo se describe minuciosamente el procedimiento para cada uno de estos dos modelos experimentales. Incluye la descripción de las características de las probetas, de los materiales, de los equipos de ensayo, y de los resultados esperados.

Ensayo de flexión a losas compuestas en escala natural

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Previamente se deben analizar valores m y k obtenidos para láminas similares a la que se pretende ensayar con el objetivo de predecir aproximadamente el cortante último del ensayo (Ve) y con este la carga última (Pe). De esta forma planificar las paradas para la lectura. (Hernández, 2003)
1) Seleccionar los espesores menor y mayor del surtido que ofrece el fabricante de la lámina a estudiar. Deben registrarse los parámetros referentes a propiedades de la lámina de acero, incluyendo el área de la sección transversal (As), la localización del centroide (u y u’), espesor (δsd), altura nominal de los nervios (hr), inercia de la sección transversal (Ιsd), resistencia característica teórica (Rap1k), módulo de elasticidad (Ea), las condiciones superficiales, y dimensiones geométricas como el ángulo del perfil, su altura y ancho de las grecas. Deben registrarse también los datos referentes a los dispositivos para la unión de la lámina con el hormigón (embuticiones), tales como: profundidad, ancho, largo, pendiente de las paredes verticales, paso entre embuticiones e inclinación de las embuticiones con respecto al plano horizontal de la lámina.
2) Seleccionar el ancho de lámina a ensayar. Se toma el ancho real de un perfil siempre que no sea menor de 60 cm. El ancho debe además ser al menos tres veces el peralto total
3) Definir las luces de ensayos (luz larga y luz corta). Se sugiere 3,5 m y 1,8 m.
4) De cada uno de los dos tipos de espesores de la lámina seleccionada, cortar tres con una longitud correspondiente a la luz larga y otras tres con una longitud correspondiente a la luz corta. Esto implica que se ensayarían tres réplicas para cada luz. (NC-082, 2004)
5) Definir el valor inicial de R’bk (entre 20 y 35 MPa) obteniéndose las dosificaciones para la mezcla, precisándose tipo y tamaño máximo del árido. Se sugiere 20 MPa. Selección del tipo de hormigón (peso ligero o normal).
6) Definir el espesor de la losa (entre 5 y 12 cm). Se sugiere 5 cm.
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7) Posicionamiento de los calibradores de tensión (strain gage) en la lámina para medir los esfuerzos actuantes en la misma. Para cada tramo a probar se colocarán nueve calibradores de tensión en las alas inferior y superior respectivamente (en total 18 calibradores de tensión), cada uno con tres calibradores en el primer cuarto, a la mitad de la luz y en el tercer cuarto.
8) Preparación de las probetas. Colocación de gualderas y armado por retracción y temperatura. Para conformar los laterales de las losas se pueden utilizar canales de contención conformadas en frío. El labio de retorno se curva hacia el exterior de la losa y las canales de contención se fijan con tornillos, desde abajo a la zona inferior de las alas, a todo lo largo del borde para facilitar el desmontaje. (EUROCODE-4, 2004)
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9) Preparación de la mezcla de hormigón. Hormigonado de las losas. Deben registrarse las dimensiones de los especímenes, incluyendo ancho (b), longitud (L), peralto total (hl) y peralto efectivo (he). Toma de cuatro muestras de hormigón por cada losa para obtener el valor de R’bk.
10) Proceso de curado de las probetas de losas y las probetas de hormigón en iguales condiciones. Se recomienda una semana de curado.
11) Ejecutar ensayo de tracción a muestras de lámina de acero para obtener las resistencias de tracción última (Rak) y de fluencia.
12) Selección del esquema y tipo de aplicación de la carga, recomendándose dos cargas concentradas. Definición de la Luz de Cortante (L’).
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13) A los 28 días del hormigonado se inicia el montaje individual de cada losa,
Mediante un mecanismo de elevación se sitúa la losa sobre sus soportes, debajo del marco de carga. Se efectúa un centrado general del sistema. A continuación se depositan manualmente los perfiles metálicos transversales y sus aparatos de apoyo correspondientes. (Hernández, 2003)
14) Se sitúan los aditamentos para aplicar la carga con la prensa, colocación de extensómetro eléctrico en el centro de la luz para medir los desplazamientos y micrómetros en los extremos para medir los deslizamientos o corrimientos.
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14a) Se fijan potenciómetros en cada esquina de las losas para medir el desplazamiento relativo, o sea, el movimiento horizontal del hormigón con respecto a la lámina metálica. Los potenciómetros se fijan a los laterales de la losa de hormigón con sus émbolos agarrados a los angulares metálicos que se colocan por debajo de la lámina metálica.
14b) Los wire pot descifradores del desplazamiento se emplean para medir las deflexiones verticales. Se colocan dos descifradores en los puntos del primer cuarto, mitad de luz y tercer cuarto. (Abdullah, 2004)
14c) Se puede emplear una bolsa de aire (air bag) para aplicar carga uniforme. Asimismo se pueden emplear un gato hidráulico y un marco de distribución de carga. Para el caso de la bolsa de aire, se deberá utilizar un lector de presión para registrar la presión de aire. Para el ensayo normal se debe emplear una capacidad de carga de 250kips (60 ton).


miércoles, 20 de enero de 2010

Losas de Hormigón Armado

Las losas de hormigón son elementos estructurales bidimensionales de cerramiento, donde su tercera dimensión es muy inferior a las otras dos. Trabajan principalmente por flexión, pues las cargas que actúan sobre ellas, son perpendiculares al plano principal de éstas.

Los tipos de losa están determinados por la forma en que se apoyan en la estructura, por la distribución del hormigón y la dirección de trabajo.

Las losas pueden sustentarse perimetral o interiormente, por medio de vigas monolíticas o por vigas de otros materiales, o por muros de hormigón, mampostería, o de otro material, y se clasifican como losas sustentadas sobre vigas o losas sustentadas sobre muros.

Tipos de losas de hormigón:

Losas de hormigón armado

• Losas sostenidas sobre vigas: se sustentan en vigas compactas, o vigas de otros materiales integrados a la losa.

• Losas sostenidas sobre muros: se sustentan en muros de hormigón, de mampostería, o de otro material.

• Losas planas: pueden sostenerse directamente sobre los pilares. Son rígidas y para mejorar su resistencia al punzonamiento, es aconsejable incluir ábacos en los capiteles.

• Losas planas con vigas embebidas: son muy resistentes a los sismos, pues están incorporadas con vigas banda (embebidas), lo cual mejora su comportamiento frente a sismos.

• Losas bidireccionales: cuando la losa y el apoyo, determinan que los esfuerzos sean en direcciones ortogonales comparables. Originándose esfuerzos y deformaciones en ambas direcciones. Tienen muros portantes en los cuatro lados. La relación entre el lado mayor y el menor es de 1,5, o menor. Se usan placas reforzadas en dos direcciones.

• Losas unidireccionales: cuando los esfuerzos en una dirección, predominan sobre los de la dirección ortogonal. La carga se transmite en una dirección hacia los muros portantes. En general son rectangulares, con una relación entre lados de 1,5. Se comportan como vigas anchas.

• Losa maciza: es aquella en que el hormigón ocupa todo el espesor de la losa.
• Losa aligerada: cuando parte del volumen de la losa está ocupado por otros materiales más livianos, o espacios vacíos.

Estas losas de hormigón son las más empleadas y se pueden conseguir utilizando mampuestos aligerados de hormigón, cerámica aligerada, formaletas plásticas recuperables, o formaletas de madera.

También se realiza colocando en los intermedios de los nervios estructurales, bloques, ladrillos, casetones (cajones) de metal, madera o icopor, intentando reducir el peso de la estructura. El acero se coloca en los nervios, en forma de barras.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Losas sin Vigas

 

El problema de resolver estructuras de losas sin vigas de bajo peso y grandes luces, encuentra una solución usando esferas plásticas para alivianar las losas mediante el reemplazo del hormigón no necesario estructuralmente en la masa de la losa por esferas de aire. Se recrea así una estructura similar al ala de un pájaro o estructura ósea, conformando una esteroestructura como las metálicas pero construida en  hormigón armado, permitiendo un ahorro en contrapisos, carpetas, cielorrasos, membranas y protecciones hidráulicas.

Las losas con esferas se componen de dos mallas que encierran esferas plásticas separadas entre si ordenadamente y de distintos diámetros de acuerdo a la luz a cubrir. Estas abarcan desde 6m a 35m.
Se usan esferas inflables o infladas, de acuerdo a la localización de la obra.
Un conjunto de tabiques portantes dobles termina de conformar un conjunto sismorresistente de gran flexibilidad de uso y sin límites de altura, con una economía del 40% de concreto y 30% de acero, todo esto patentado por los arquitectos Ricardo Levinton y Luciana Levinton, directores de la empresa de tecnología Prenova.
El campo de acción es de edificios torre, entre medianeras,  residenciales y no residenciales, oficinas y aeropuertos en particular con grandes paños de fachada vidriados.

Estructuras de H.A. alivianadas con esferas
El sistema estructural de losas sin vigas es una solución muy valorada por los proyectistas porque permite diseñar sin restricciones la distribución de las plantas de los edificios.
“Los edificios sin vigas son preferidos por los arquitectos”,
pero es muy caro realizar una losa maciza con fondo plano. La clave sería quitarle peso al entrepiso, sin perder la cualidad de un cielorraso plano.
A este concepto apunta el sistema desarrollado y patentado por los arquitectos Ricardo Levinton y Luciana Levinton que consiste en un forjado alivianado con esferas de plástico.
Las losas se prefabrican bajo el formato de prelosas o se cuelan sobre encofrado de madera in situ.
Las luces a cubrir dependen del espesor de la losa, siendo el espesor promedio de L/35. Para luces entre columnas de 35m el espesor es de 1m, mientras que para luces de 9 m entre medianeras el espesor es de solo 23/25cm.
La eliminación de cargas muertas es fundamental para la economía, permite eliminar los contrapisos, carpetas y cielorrasos, usando el piso fratasado mecánicamente como piso terminado.
Aun haciendo las plantas diferentes de piso a piso, se logran luces entre apoyos y voladizos mayores.

Fue utilizado bajo licencia de Prenova
En la construcción del aeropuerto nuevo de Yerevan, actualmente en funcionamiento y en la actual construcción de la segunda etapa, estructuralista Ingeniero Jorge Fontan Balestra.
En la torre de Punta del Este Parada 7 y la Brava de 12 pisos altos, se empleo el sistema sin los pórticos sismorresistentes, combinados con tabiques premoldeados complementados con un hormigón de segunda etapa.
En el edificio de Malabia 1638, en las oficinas de Rincón de Milberg, Villa Urquiza, Nuñez, en los edificios de Villa Allende, Córdoba, el geriátrico de La Plata y otros se usaron losas con esferas sin pórticos ni vigas, calculados por el Ingeniero Carlos Calissano de Buenos Aires e Ingenieros Bonelli y Haulet de Cordoba.

El sistema es como un “Lego” conformado por pretabiques y prelosas

  • Desde los cimientos

Los aeropuertos armenios están situados en una zona sísmica equivalente a la Provincia de San Juan, por lo que todas las decisiones que contribuyeran a disminuir el peso del edificio eran prioritarias. Así se logro reducir un 40% del volumen de hormigón y peso de la losa, respecto de una losa maciza. Las losas se ejecutaron en dos etapas, primero se fabricaron en un obrador prelosas de 6 cm de espesor con las mallas y tralichos, montadas con una sola grúa. Se vertió hormigón de segunda etapa   sobre las prelosas y los pórticos, siendo el espesor total de 24cm con esferas de 180mm de diámetro en el aeropuerto 1 y de 28cm y esferas de 22cm de diámetro en el aeropuerto 2.
Se realizaron 15000m2 en solo 4 meses y temperaturas por debajo de los 20 grados bajo cero.

Por otra parte en el aeropuerto 1 y 2 se plantean soluciones muy novedosas de bases aisladas. Consiste en una serie de apoyos de goma y plomo que evitan que la estructura se dañe ante las oscilaciones horizontales que produce un terremoto. “Es como si el edificio estuviera montado sobre ruedas”. Esta decisión también contribuye a alivianar la estructura de hormigón, un edificio con solicitaciones horizontales hubiera resultado mucho mas pesado. Por otro lado el sistema de bases aisladas hace posible emplear cerramientos vidriados.
Otra particularidad de este edificio es que no se han proyectado juntas en sus 130mts de largo. Según los cálculos estructurales, la deformación de los apoyos ante las solicitaciones de sismo seria del orden de los 50cm . Esto hubiera determinado juntas de nada menos que 1,20m de ancho para evitar la colisión entre los bloques. Los proyectistas decidieron evitarla porque encarecían la obra y exigía diseñar tantos sistemas de instalaciones independientes como juntas. Además, había un componente psicológico: en presencia de la actividad sísmica, las personas verían moverse los bloques entre juntas en forma independiente.

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  • Curvas sin vigas

La torre O esta terminada en la Parada 7 y la Brava, Punta del Este y tiene 12 pisos. El diseño irregular de caracol de la planta con apoyos distanciados 8,5m entre columnas dio como resultado una losa sin vigas de solo 24cm de espesor terminada, con un peso un 40% menor que la maciza, y voladizos de 3m. La ventaja comparativa de esta solución respecto de la nervurada es la forma multidireccional de su comportamiento estructural y el fondo plano que otra armada en una sola dirección, con un ahorro económico evidente.
En este espesor queda resuelta el aislamiento térmico y acústica y todas las instalaciones embutidas. Aquí a diferencia que en el aeropuerto la losa fue colada in situ mientras que los tabiques fueron prefabricados en el suelo e izados y colados con hormigón de segunda etapa, un H25 asentamiento 18 con granulometría 6-20, que reemplaza al contrapiso y carpeta.
El avance de la estructura fue de 700m2 cada 10 días, tabiques incluidos.

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  • Losas de relleno

Las losas de relleno aplicadas sobre losas de estacionamiento donde se requieren bajísimo peso propio, pendientes de desagüe, impermeabilización, ausencia de juntas y alta resistencia al impacto se solucionan con la aplicación de una capa de esferas compactadas con una relación aire-hormigón de 30% a 70% o sea un 70% mas liviano que el hormigón. Ver ficha técnica adjunta.

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Losa de 7*11 m. apoyada en 4 bordes, isostática.
Espesor total 22 cm.
Armada con una malla Fe 8 10*10 cm abajo.
Malla Fe6 10*10 arriba.
Conectores cada 50 cm.
Se cargo con 40tn de arena, paso por encima una niveladora para comprobar su resistencia a la carga dinámica, no afecto su integridad. Tuvo una deformación plástica de solo 5 mm.

La Losa según los tests realizados actúa como una losa maciza. La consecuencia es que sigue las mismas reglas y regulaciones y se calculan igual que las losas macizas con una masa reducida en un 40% mas las ventajas adicionales que siguen:

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Ventajas para el medio ambiente
El ahorro de material hasta un 40% resulta en los siguientes beneficios para el medio ambiente:
- Menor consumo de cemento, agregados, agua, acero. Ej.: 1kg de plástico reciclado reemplaza a 100kg de concreto
- Menor consumo energético durante la producción, transporte y montaje.
- Menor emisión de gases tóxicos CO2 (50% menos)

Mejores condiciones de trabajo
- Mejoramiento de las condiciones de trabajo
- Reducción de riesgos durante el montaje, debido a la reducción de peso como también al menor numero de izajes con la pluma.
- Reducción de molestias en aeroparque, obra limpia.
- Menos ruido en las inmediaciones-

Protección contra incendios

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Aislamiento sonoro 

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Se distribuye las fuerzas excepcionalmente mejor que ningún otro sistema debido a la estructura tridimensional y la forma curva que elimina los esfuerzos cortantes de aristas y no causan ningún tipo de reducción de capacidad portante.

 

 

sábado, 31 de enero de 2009

Losas compuestas

Resumen

Se conceptualiza el término de losas compuesta, resaltando las ventajas y campos de aplicación de esta tipología estructural. Se explican, en orden aproximadamente cronológico, los más relevantes estudios experimentales llevados a cabo con sus conclusiones parciales, así como los métodos de cálculo y diseño principales aceptados por la comunidad científica internacional.

1 Introducción

1.1 Concepto

Una losa compuesta (Fig. 1) es aquella en la que se utilizan láminas de acero como encofrado colaborante capaces de soportar el hormigón vertido, la armadura metálica y las cargas de ejecución. Posteriormente, las láminas de acero se combinan estructuralmente con el hormigón endurecido y actúan como armadura a tracción en el forjado acabado, comportándose como un elemento estructural mixto hormigón-acero.

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La utilización de láminas metálicas en la construcción de entrepisos se remonta a los años 20 (Dallaine, 1971). En dichas construcciones la lámina metálica regularmente constituía el principal componente estructural. La adición de una cubierta de hormigón trajo consigo no sólo aumentar la resistencia estructural, sino que también sirvió a los propósitos de protección contra el fuego, como una manera de nivelar la superficie del piso y como una forma de distribuir las cargas más uniformemente. Una filosofía contrastante en el empleo de las láminas metálicas era que éstas se empleaban sólo en función de encofrados perdidos, y que la losa de hormigón armado sobre ellas fundida era quien supuestamente aportaba toda la capacidad estructural. El concepto de emplear losas compuestas con las láminas metálicas con funciones colaborantes no surge sino hasta los años 50 (Chen, 2003).

1.2 Ventajas como sistema estructural

Las losas compuestas formadas por láminas de acero como encofrado colaborante constituyen soluciones muy eficientes. Son numerosas las ventajas que presentan estas estructuras. De ellas podemos resaltar:

ü La sección compuesta en entrepisos aprovecha al unísono la resistencia a compresión del hormigón y la resistencia a tracción del acero, con lo cual se logra que para las mismas cargas y luces, se requieran menores secciones de perfiles estructurales.

ü Con el empleo de las estructuras compuestas se logra mayor avance físico en la ejecución de las obras, permitiendo aprovechar además la lámina metálica de encofrado como posterior refuerzo de acero permanentemente en la losa de hormigón.

ü Debido a que la lámina metálica colaborante asume la función de encofrado, se logra un ahorro casi total de madera por este concepto.

ü Se requiere menor cantidad de operarios calificados, lo que implica un ahorro económico sustancial en cuanto a fuerza de trabajo.

ü La lámina metálica colaborante, en función adicional de encofrado y plataforma de trabajo, ofrece grandes facilidades para la construcción y montaje de instalaciones eléctricas e hidráulicas.

ü La sección compuesta incrementa la rigidez y disminuye las flexiones con respecto a los elementos individuales.

ü Debido al trabajo conjunto hormigón-lámina se permite tener menores espesores de hormigón en las losas de entrepiso, disminuyendo con esto las cargas debidas al peso propio y por consiguiente, ahorro en costos de estructura, mampostería, cimentación, etc.

ü Como resultado del diseño compuesto, el peso de las vigas metálicas puede reducirse entre un 5 y un 30 porciento, optimizando los diferentes materiales (Hernández, 2003).

1.3 Campos de utilización

Las losas compuestas demandan una amplia utilización en muchas ramas de la construcción industrial. (López et al, 2007) Algunos ejemplos pueden ser:

§ Edificios industriales y plantas de proceso: en estructuras de acero son sumamente fáciles y rápidas de colocar.

§ Almacenes: el forjado colaborante dota al almacén de la flexibilidad que este siempre requiere, permitiendo además colocar instalaciones suspendidas y aspersores antiincendios.

§ Oficinas y edificios administrativos: las estructuras de acero con losas compuestas disponen de grandes espacios libres y se adaptan a la colocación de conductos e instalaciones en falsos techos.

§ Edificios de vivienda y servicios comunitarios: las losas compuestas tienen alta capacidad de aislamiento térmico y acústico.

§ Reparaciones y rehabilitaciones: Se suele requerir de losas con formas irregulares; además, el acceso a la zona de construcción en estas obras normalmente es complicado, por lo que la ligereza de las losas facilita su aplicación en estos casos.

2 Estudios experimentales

2.1 Primeros pasos

Las losas compuestas son sistemas en los cuales la lámina metálica, debido a la interacción mecánica que manifiesta con el hormigón endurecido, actúa como refuerzo positivo a flexión.

En la década de los 50, Granco Steel Products saca al mercado la primera lámina metálica con propósitos colaborantes para estructuras compuestas: “COFAR”, en la cual se soldaban barras de acero para tomar los esfuerzos cortantes. Esta práctica de soldar incrementa extraordinariamente los costos de producción. Por los años 60 se empezaron a desarrollar prototipos de láminas metálicas que fueran más fáciles de instalar y que fueran capaces por sí solas de establecer una interacción mecánica adecuada con el bloque de hormigón endurecido. A partir de esto surgen dos formas básicas de configuración geométrica: trapezoidal y con re-entrantes (Fig. 2). Algunos productores de láminas empezaron a incrustar embuticiones de varios tipos para aumentar la resistencia a cortante. Asimismo, se comprobó que la adición de pernos de cortante en los extremos contribuía a la acción compuesta (Heagler et al., 1992).

2.2 Ensayo de flexión en escala natural

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Desde los primeros años, muchas instituciones comenzaron a preocuparse por el estudio del comportamiento de las losas compuestas. Los productores que diseñaban nuevos prototipos de láminas tenían que estimar sus características resistentes de manera totalmente experimental, ejecutando para ello numerosos ensayos a escala natural. Estas pruebas son extremadamente costosas y tediosas porque se tienen que especificar muy claramente todas las características consideradas (resistencia del hormigón, calibre de la lámina, configuración del perfil, etc). (Seleim, 1979).

En el año 1967, la AISI (American Iron and Steel Institute) patrocinó una investigación llevada a cabo en la Universidad de Iowa para desarrollar un procedimiento estándar de diseño de losas compuestas con lámina colaborante. Ekberg dirigió los ensayos practicados a 353 probetas a escala natural de las más diversas configuraciones. A partir de este trabajo, (Porter and Ekberg, 1975, Porter and Ekberg, 1976) pudieron arribar a varias importantes conclusiones del comportamiento estructural de las losas compuestas.

Las losas compuestas sometidas a flexión pueden exhibir principalmente tres modos de fallo (Fig. 3):

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1- Fallo a flexión de la sección subreforzadaclip_image008

2- Fallo a flexión de la sección sobrereforzada

3- Fallo por cortante longitudinal

Otros investigadores han adicionado a estos el fallo por cortante vertical, sin embargo, este último raramente llega a ser el fallo predominante (Daniels, 1988).

El fallo por cortante longitudinal se caracteriza por la formación de grietas diagonales en la masa de hormigón, próximas a los puntos de aplicación de la carga y acompañados por deslizamientos en los puntos extremos (Porter and Ekberg, 1975). La distancia desde estas fisuras hasta los apoyos se denomina “luz de cortante” (clip_image010).

Debido a que la conexión a cortante entre la lámina metálica y el hormigón endurecido resulta incompleta, el sistema nunca llega a alcanzar su máxima resistencia potencial a flexión. Teniendo en cuenta las teorías de comportamiento del hormigón armado, el fallo por flexión suele ocurrir debido al aplastamiento del hormigón (secciones sobrereforzadas) o debido a la fluencia del acero (secciones subreforzadas) (Porter and Ekberg, 1976).

Del resultado de numerosas pruebas experimentales se concluyó que el fallo por cortante longitudinal es el más probable de ocurrir (Ong and Mansu, 1986, Porter and Ekberg, 1975, Porter and Ekberg, 1976); de aquí la gran cantidad de investigaciones que se han concentrado en el estudio de este tipo de fallo.

El fallo del enlace a cortante, con incremento paulatino de la carga aplicada, ocurrirá con la siguiente secuencia (Seleim and Schuster, 1985):

  1. Los dispositivos de transferencia de cortante comienzan a recibir esfuerzos cada vez mayores.
  2. Aparecen las primeras grietas en la sección crítica, incrementándose la diferencia de tensiones entre el hormigón y la lámina. La lámina comienza a separarse de la losa perdiendo la efectividad del trabajo conjunto. Las fisuras se hacen cada vez mayores.
  3. Fallan completamente los dispositivos de transferencia de cortante, traduciéndose en deslizamientos.
  4. El grado de fisuración se hace inaceptable, y la lámina metálica y la losa de hormigón se separan completamente, empezando a trabajar como elementos independientes, perdiéndose el concepto de trabajo compuesto.

2.3 Tres métodos semi- empíricos de diseño. Parámetros m-k

El ensayo más incuestionable para determinar la capacidad resistente de las losas compuestas es el de flexión a escala natural (Fig. 4), desarrollado por la AISI en 1967 (AISC, 2007, ASTM-E8-00b, 2001), y en base a este procedimiento se han desarrollado tres ecuaciones principales para calcular el cortante de diseño:

clip_image012 (Schuster, 1970) (1)

clip_image014 (Porter and Ekberg, 1976) (2)

clip_image016 (Seleim, 1979) (3)

donde:

clip_image018Resistencia última de enlace transversal a cortante (por unidad de ancho)

clip_image020 Ancho unitario de la losa

clip_image022 Profundidad efectiva de la losa

clip_image024 Espaciamiento de los dispositivos de transferencia de cortante

clip_image026Parámetros determinados experimentalmente

clip_image028 Proporción de refuerzo de acero, clip_image030

clip_image032 Longitud de la luz de cortante

clip_image034Resistencia a compresión del hormigón

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La luz de cortante, clip_image010[1], es la longitud crítica para la cual ocurre el fallo por cortante longitudinal. clip_image010[2] usualmente se toma como la cuarta parte de la luz total para el caso de una losa cargada uniformemente, sin embargo, algunos autores argumentan que esta debe ser la tercera parte de la luz (Tenhovuori and Leskela, 1998, Veljkovic and Johansson, 2001). Para el caso de cargas concentradas en dos puntos, la luz de cortante será la distancia medida desde el apoyo hasta el punto de aplicación de la carga (Porter and Ekberg, 1976).

Nótese que las ecuaciones 1 y 2 se expresan en la forma lineal clip_image038, donde clip_image040 representa la pendiente de la recta y clip_image042 representa el valor del intercepto con el eje clip_image044. Para caracterizar las variables clip_image040[1] y clip_image042[1] se requiere previamente plotear el comportamiento de una serie de ensayos de flexión en escala natural de una configuración de lámina en particular (Caracterizada por factores tales como la geometría, patrón de embuticiones, condiciones superficiales de la lámina, resistencia a la fluencia del acero, peso unitario del hormigón y espesor de la lámina), mientras se varían la luz de cortante y/o la relación de refuerzo de acero.

El tercer método (ecuación 3) resulta bastante similar a los anteriores, pero incluye además el efecto de variación del espesor de la lámina. Para este caso, los juegos de datos obtenidos de los ensayos deberán cubrir un rango de valores tanto en el eje clip_image047 como en el clip_image044[1] para lograr una mejor interpretación del comportamiento de la lámina metálica colaborante. Porter y Ekberg (Porter and Ekberg, 1976) recomendaron plotear no menos de ocho juegos de datos experimentales para cada configuración de lámina y para cada espesor. Posteriormente, mediante un análisis de regresión lineal se obtiene el valor de clip_image040[2], y por medio de uno de regresión multilineal, los valores de clip_image051.

Finalmente, sustituyendo estos valores clip_image040[3] y clip_image042[2] en las fórmulas arriba expresadas, podremos predecir la resistencia de aquellas losas cuyos parámetros correspondan con puntos intermedios de la gráfica obtenida.

El método asumido por la norma cubana NC 082:2004 coincide el segundo de los explicados anteriormente, el de Porter y Ekberg (NC-082, 2004).

En 1985 Seleim y Schuster evaluaron esas tres ecuaciones a partir del ensayo a 196 especímenes. Ellos compararon tres juegos de datos principales:

1) Láminas de un mismo espesor, pero de configuraciones distintas.

2) Iguales configuraciones de lámina, pero variando el espesor.

3) Probetas con láminas de la misma configuración y espesor, pero variando la luz de cortante.

Para el primer juego de datos se concluyó que las tres ecuaciones se correspondían aceptablemente con los resultados experimentales; sin embargo, para el segundo juego de datos, la ecuación de Seleim (CSSBI-S3, 2003) resultó ser mucho más precisa que la otras dos, lo cual explica el contraste entre las dos primeras ecuaciones en las cuales el espesor de la lámina debe permanecer constante para plotear la línea de regresión lineal solo para ese caso particular de lámina. El tercer juego de datos fue evaluado entonces solo para la ecuación de Seleim, dando como resultado una desviación máxima a partir de los resultados experimentales acotada en un rango del orden del 15%. Del desarrollo de estas pruebas, Seleim y Schuster arribaron además a la conclusión que, ni la relación de refuerzo de acero, ni la resistencia a compresión del hormigón, son parámetros de influencia significativa en la resistencia del enlace a cortante, sin embargo, el espesor de la lámina sí es un parámetro determinante (Seleim and Schuster, 1985).

2.4 Diseño de losas de varias luces

Estas expresiones están dadas para losas de luces simples. Las probetas de losas continuas ofrecen capacidades de carga superiores entre un 10 y un 15% que sus homólogas de luces simples (Luttrell, 1987, Abdullah, 2004)

Aún cuando quedó demostrada la efectividad de estos métodos, se discutía la precisión que puede significar el diseñar una losa continua a partir del ensayo de una losa de una sola luz. En la práctica, las losas compuestas deberán estar dotadas de refuerzo adicional a cortante debido a que en la continuidad de las luces resulta preciso evitar cualquier deslizamiento. A inicios de los 70, el Instituto del Steel Deck le patrocinó una investigación a la Universidad de Virginia Oeste con el fin de mejorar la predicción de la resistencia de las losas compuestas en obra. Esta investigación incluía el ensayo a 25 losas (de una sola luz y sus similares de dos luces continuas) variando el ancho en el cual las embuticiones de la lámina actuaban como único refuerzo. Las embuticiones eran generalmente horizontales o verticales. El análisis se basó en la limitación de tensiones en las fibras extremas y en la consideración del fallo del enlace a cortante (Luttrell and Davison, 1973)

Lutrell realizó un análisis exhaustivo de estos y de otros ensayos ejecutados en la Universidad de Virginia Oeste a lo largo de 18 años de investigaciones. Él observó que en la zona de las embuticiones el fallo ocurría de forma más gradual que en las áreas planas de la lámina, y a las losas se les podían incrementar las cargas hasta tanto no se iniciara el deslizamiento. Él postuló que las embuticiones no solo aumentan la resistencia a cortante, sino que tambien incrementan la rigidez. A mayor rigidez de la lámina, mayor resistencia al deslizamiento, el cual ocurre cuando la masa de hormigón tiende a moverse verticalmente sobre la lámina metálica, y en respuesta esta se desliza entonces horizontalmente. Las láminas serán más resistentes mientras mayores sean sus espesores y más profundas sus embuticiones. Lutrell observó que las láminas metálicas, mientras más peraltadas sean, más tenderán a separarse verticalmente cuando ocurre el deslizamiento horizontal. Las losas peraltadas al parecer muestran mayor resistencia a cortante, permitiendo alcanzar una mayor cercanía al estado de aprovechamiento máximo de la capacidad a flexión. Luttrell hizo además algunas observaciones respecto a las condiciones de borde de las probetas de losas.

Luttrell observó que la resistencia a cortante se presenta en tres fases secuenciales: primero se rompe el enlace químico surgido entre el hormigón endurecido y la lámina metálica, y posteriormente hacen su aparición la resistencia mecánica de las embuticiones de la lámina y la resistencia friccional debida al peso propio y las cargas actuantes (Fig. 5). Él confirmó las observaciones hechas por Seleim de que la resistencia a compresión del hormigón aportaba escasa influencia en la resistencia a cortante de las losas compuestas. (Luttrell, 1987) Posteriormente, Daniels (Daniels, 1988) así como Bode y Sauerborn (Bode and Sauerborn, 1992) arribaron a las mismas conclusiones. Luttrell atribuyó esta escasez de dependencia al hecho de que el fallo solo en raras ocasiones sucede debido al aplastamiento del hormigón, sino que más frecuentemente sobreviene debido al deslizamiento entre la lámina y el bloque de hormigón, producto de la flexión en la primera. (Luttrell, 1987).

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2.5 Mecánica de fallo

En 1978 Stark empezó a conformar sus estudios experimentales para observar el comportamiento de las losas compuestas. Él adoptó como criterios de clasificación, por un lado las losas con comportamiento dúctil, y por el otro las que presentaban un comportamiento frágil. El comportamiento frágil ocurre cuando la resistencia máxima a flexión es alcanzada tan pronto como se inicia el primer deslizamiento. En el comportamiento dúctil las losas continúan soportando cargas aún cuando hubiese ocurrido el deslizamiento inicial. El código europeo ha definido que ocurre un comportamiento dúctil cuando la carga de fallo es excedida causando un primer deslizamiento no recuperativo del orden del 10%. El valor del primer deslizamiento es de 0.5mm aproximadamente (Eurocode-4, 2004, Veljkovic, 1998).

Stark determinó además que la láminas metálicas con geometría re-entrante son beneficiosas puesto que limitan la separación vertical entre el hormigón y la lámina. Él también observó que, al parecer, la insuficiente cantidad de apoyos en los laterales de las probetas facilita que en los bordes de la losa puedan surgir inestabilidades de la lámina, conllevando a acelerar el instante de fallo. Esto suele discrepar de las condiciones reales, donde las losas se hallan vinculadas lateralmente a sus secciones vecinas. (Stark, 1978)

La resistencia a cortante la constituyen tres componentes: la adherencia química, la fricción, y la interacción mecánica. Los efectos de fricción resultan mayores sobre los apoyos debido a que allí también son mayores las fuerzas normales, no obstante, la fricción actúa a todo lo largo de la luz para láminas con perfiles de geometría re-entrante (Schuurman and Stark, 1996, Veljkovic, 1994) Cuando no conocemos con precisión el valor del coeficiente de fricción, este puede ser asumido entre 0.5 y 0.6 (Bode and Dauwel, 1999, Kitoh and Sonoda, 1996). La adherencia química resulta extremadamente débil y difícil de predecir, empezando porque depende del proceso de curado del hormigón y de las condiciones superficiales de la lámina. Por su parte, la interacción mecánica ofrece resistencia al deslizamiento debido a los obstáculos en su curso, tales como las embuticiones de la lámina, las mallas de refuerzo de acero soldadas transversalmente a la chapa (práctica no habitual debido al encarecimiento de los costos), los huecos practicados en la lámina metálica y/o los conectores de cortante.

clip_image056

Otros investigadores que han incursionado en el estudio del comportamiento de las probetas en el ensayo de flexión a escala natural, han hecho las siguientes observaciones adicionales:

ü El fallo por flexión se produce en aquellas probetas cuyas luces de cortante resultan excesivamente largas, correspondiendo con bajos valores de fuerza cortante y plastificación de la lámina metálica. Se corresponden con un comportamiento de tipo dúctil (Daniels, 1988, Daniels and Crisinel, 1988).

ü Las probetas que fallan por cortante horizontal siguen siendo dúctiles cuando se incrementa la luz de cortante (Daniels and Crisinel, 1988).

ü Las áreas planas de la lámina se deforman elásticamente bajo la acción del momento último. El fallo por aplastamiento del hormigón pudiera ocurrir debido a la presencia de embuticiones exageradamente profundas en las láminas (Daniels and Crisinel, 1988).

ü Debido a que ciertas láminas australianas planas y sin embuticiones (Condeck y Bondeck) fallaron ante cargas muy inferiores a su capacidad plástica, quedó convincentemente demostrada la necesidad de las embuticiones o anclajes (Patrick and Bridge, 1988).

ü En el comportamiento de la losa, la localización de las cargas concentradas tuvo un efecto más significativo que la cantidad de cargas actuantes (Daniels and Crisinel, 1993).

ü De las propiedades de los materiales componentes, la tensión de fluencia del acero fue quien tuvo la mayor influencia en la resistencia de las losas compuestas (Daniels and Crisinel, 1993).

ü El espesor o profundidad de la losa es directamente proporcional a la resistencia longitudinal a cortante (Tenhovuori and Leskela, 1998).

2.6 Ensayos en escala reducida (pull out)

El ensayo de probetas a escala natural resulta muy costoso tanto en gasto de materiales y utilización de mano de obra como en consumo de tiempo (Es el asumido por la norma cubana actual), y al parecer esas fueron las causas que motivaron a los investigadores a desarrollar modelos de ensayos a escala reducida. Estos ensayos se enfocan en determinar la magnitud del enlace a cortante, que es quien usualmente determina el modo de fallo. Uno de los primeros ensayos de estas características lo constituyó el push-off, con el cual se logra medir la magnitud de la fortaleza de la conexión a cortante entre una viga y la losa en la estructura compuesta. Varios investigadores han desarrollado sus propios modelos de ensayos, tal como se muestra en la Fig. 6. No obstante, todas la pruebas consisten en un bloque de hormigón fundido sobre una lámina metálica, y la aplicación de cargas para separar por cortante el hormigón de la chapa. La interpretación de la resistencia a cortante de las probetas suele plotearse en gráficos de fuerza contra deslizamiento.

Los ensayos para determinar la resistencia a cortante resultan particularmente provechosos para comparar entre diferentes formas o dispositivos empleados para asumir la interacción mecánica durante el desarrollo de un nuevo modelo de producto. Daniels y Crisinel (Daniels, 1988, Daniels and Crisinel, 1988) analizaron la resistencia a cortante de numerosas láminas de distintos fabricantes empleando su ensayo de tracción o pull-out. Se practicaron ensayos a probetas con láminas de geometrías re-entrantes y de geometrías abiertas, así como con láminas lisas y con embuticiones. La presión aplicada en los laterales de las probetas fue controlada por deflexión o por magnitud de la fuerza indistintamente. Daniels recomendó futuros ensayos con fuerza controlada, y la magnitud de las fuerzas laterales debería corresponderse con el peso equivalente de al menos 10cm. de espesor de losa de hormigón con el fin de simular las condiciones del ensayo a escala natural. La aplicación de excesivas fuerzas laterales falsearía los resultados, pues daría como consecuencia una resistencia a cortante superior debido al incremento de la resistencia friccional.

A partir de los resultados de sus experimentos, Daniels (Daniels, 1988) arribó a la conclusión de que el comportamiento del gráfico de fuerza cortante vs desplazamiento resulta consistente para cada modelo del mismo tipo de producto y embuticiones. La forma del gráfico indica que quien primero actúa es el enlace químico, y posterior a su ruptura, la interacción mecánica debida a las embuticiones. Él desarrolló ecuaciones para determinar las fuerzas de cortante en la interfase entre el hormigón y la lámina metálica, asumiendo que anterior al desplazamiento final exista variación lineal de dichas tensiones. La medición de la resistencia del enlace químico resultó demasiado inconsistente, pero sin embargo fue razonablemente similar a las determinadas a partir de los ensayos a escala natural. Crisinel, Edder, Laane y Schumacher (Schumacher et al., 2000, Laane and Edder, 2002, Edder, 2003) ratificaron las ideas de Daniels (Daniels and Crisinel, 1993) de que el enlace mecánico que se manifiesta en los ensayos de tracción o pull-out es razonable y conservativo, aún cuando las diferencias sean significativas. Ellos estudiaron además los comportamientos frágiles y/o dúctiles de los especimenes ensayados. Las probetas que fallaron en forma dúctil mostraron una notable capacidad al post deslizamiento, mientras que las frágiles, aunque inicialmente tuvieron un deslizamiento considerable, no fueron capaces de sostener cargas adicionales. Este comportamiento se corresponde con resultados de los ensayos a probetas en escala natural.

2.7 Efecto de las embuticiones de la lámina

Muchos investigadores han considerado el efecto de las embuticiones en la lámina a través de ensayos que miden precisamente la resistencia a cortante. A continuación un resumen de los principales hallazgos de esta etapa:

ü Mientras mayores sean las caras verticales de las embuticiones en contacto con el hormigón, más efectiva será la resistencia a cortante. Las caras que están perpendiculares al plano de deslizamiento son más efectivas que las caras inclinadas (Jolly and Zubair, 1987). Las embuticiones en forma de V y las rectas se comportan de forma bastante similar (Makelainen and Sun, 1998).

ü Las discontinuidades en la forma de las embuticiones (tales como cruces) causa el efecto negativo de incrementar la flexibilidad de la lámina, promoviendo un más fácil deslizamiento del hormigón sobre esta (Jolly and Zubair, 1987).

ü Incrementar la frecuencia de las embuticiones a costa de reducir el tamaño de estas, no causa mejoramiento de la resistencia a cortante (Jolly and Zubair, 1987).

ü Muy efectivo resulta incrementar la profundidad de las embuticiones, no obstante, deberá tenerse especial cuidado contra el desgarrado que pudiera ocurrir durante el proceso de producción. La profundidad resulta uno de los factores de forma más influyentes. (Jolly and Zubair, 1987, Makelainen and Sun, 1998, Schumacher et al., 2000).

ü La localización óptima de las embuticiones resulta en la mitad de la franja plana. Las embuticiones en las esquinas de las zonas planas o en las alas resultan muy difíciles de construir y no son del todo eficientes. Las embuticiones en las alas sometidas a tracción tienden a ponerse planas bajo el efecto de las cargas, reduciendo así su efectividad. Por su parte, las embuticiones localizadas en las alas a compresión actúan como si fueran deformaciones iniciales, promoviendo así el efecto de pandeo (Jolly and Zubair, 1987, Makelainen and Sun, 1998).

ü El espesor de la lámina metálica es directamente proporcional a la resistencia a cortante (Jolly and Zubair, 1987, Makelainen and Sun, 1998).

ü Los perfiles re-entrantes mejoran la capacidad estructural entre un 63 y un 88%, teniendo dependencia lineal del área de hormigón bajo la porción re-entrante. Sin embargo, láminas de este tipo pero carentes de embuticiones toman solo la mitad del esfuerzo cortante que serían capaz de asimilar las mismas chapas pero con embuticiones. (Wright and Essawy, 1996).

ü El estudio de láminas planas con embuticiones mostró que el fallo ocurre por sobrecarga expresada en aplastamiento local del hormigón cuando la relación entre la altura de las embuticiones y su espaciamiento es menor que 0.10. Cuando esta relación es mayor que 0.19, la probeta falla por el plano de cortante del hormigón, plano que se extiende desde la parte más alta de una embutición hasta la próxima. (Kitoh and Sonoda, 1996).

3 Métodos de diseño

3.1 Métodos de diseño de la ASCE

En el SDI (Steel Deck Institute) se compilaron los resultados de varios proyectos de investigación y se desarrolló un procedimiento de diseño de losas compuestas, basado fundamentalmente en las recomendaciones propuestas por Porter y Ekberg (Porter and Ekberg, 1976). Dicho procedimiento de diseño fue validado por investigadores de la Universidad de Lehigh, Instituto Tecnológico de Virginia y Universidad de Iowa. Cada uno de ellos corroboró que las relaciones clip_image058 se mantienen dentro del rango 1.01-1.31 (Heagler et al., 1992).

A continuación, un resumen de los diseños propuestos por la ASCE para losas compuestas. En el Instituto de Steel Deck se adoptaron ecuaciones para determinar el cortante de fallo longitudinal en secciones subreforzadas como modos de diseño estándares. Se considera que las cargas de trabajo debidas al proceso de fundición actúan sobre la lámina aún sin suponer trabajo compuesto. La capacidad disponible para cargas vivas se obtiene restándole a la capacidad de carga máxima las cargas muertas debidas al hormigón endurecido y al peso propio de la lámina (Chen, 2003).

3.1.1 Método analítico de fluencia

La norma ASCE incluye un método alternativo de diseño, recogido en el apéndice D de las normas, el cual se basa en las recomendaciones de diseño propuestas por Luttrell acerca de que las fuerzas de tracción deben ser divididas en componentes que serán situadas en las áreas planas a cada lado de las pestañas de la lámina. La capacidad de diseño se determina a partir del momento en que la pestaña inferior de la lámina alcanza la tensión de fluencia. Con el empleo de un factor de modificación se ajusta la fuerza de tracción, igualando la misma a la resistencia del enlace a cortante, el cual es determinado a partir de las propiedades físico- geométricas de la lámina metálica y su sistema de embuticiones. La resistencia a la fluencia inicial puede ser incrementada hasta en un 10% si las losas han sido reforzadas con barras de acero soldadas (Luttrell and Prassanan, 1984).

Luttrell y Prasannan (Luttrell and Prassanan, 1984) reconsideraron la hipótesis de que en modo flexible la losa se comporta como una sección de hormigón armado con las fuerzas tensoras de la lámina actuando sobre su centroide (Fig. 1. 6). Ellos argumentaron que la chapa metálica presenta un comportamiento muy distinto al de las barras de acero embebidas en el hormigón, debido a que la lámina interacciona solamente por una de sus superficies, quedando libre la otra cara. Ellos desarrollaron una ecuación (4) para determinar el momento último, basada en el área transformada y dividiendo las fuerzas tensoras de la lámina por cada una de la alas (clip_image060, clip_image062) y el alma (clip_image064) por separado. Con este procedimiento se obtienen las tres fuerzas tensoras con sus respectivos brazos de momento (clip_image066, clip_image068, clip_image070) como se muestra en la Fig. 7. Este método resulta particularmente ventajoso para predecir el comportamiento de una nueva lámina sin necesidad de ejecutar los costosísimos ensayos de flexión a escala natural.

clip_image072

clip_image074 (4)

Para incluir el efecto de eliminación de los apoyos laterales:

clip_image076 (5)

clip_image078 momento que aportan los apoyos laterales eliminados

La resultante de la capacidad de momento disponible para soportar las cargas aplicadas vendría expresada por:

clip_image080 (6)

clip_image082reducción de la luz de cortante, clip_image084

clip_image086 (7)

Las variablesclip_image088 y clip_image090 se corresponden con la calidad de las embuticiones, entre otros parámetros de la lámina metálica. Por su parte, clip_image092 representa el número de planos de cortante embutidos y disponibles para transferir esfuerzos de cortante. Con clip_image094 se toma en cuenta la influencia de la luz de cortante y la profundidad de la lámina.

3.1.2 Cálculo del fallo por flexión

El fallo por flexión ocurre cuando la losa se acerca a la interacción completa. Este modo de fallo se divide en, para losas subreforzadas y para losas sobrereforzadas. La relación balanceada de acero para determinar la condición de sub o sobrereforzamiento es:

clip_image096 (8)

clip_image098 para hormigones con clip_image100

(reduciendo en un índice de 0.05 por cada 7MPa de resistencia que excedan los 28MPa,

y hasta un mínimo de clip_image102)

clip_image104resistencia a compresión del hormigón

clip_image106tensión de fluencia mínima de la lámina metálica (no debe exceder los 420MPa)

clip_image108 tensión máxima de compresión del hormigón

clip_image110 profundidad nominal total de la losa

clip_image112módulo de elasticidad de la lámina metálica

clip_image114profundidad de la lámina metálica

clip_image022[1] distancia desde el borde superior de la losa hasta el centroide de la lámina metálica

Cuando la capacidad es sub-reforzada clip_image117 se tiene que:

clip_image119 (9)

clip_image121 (0.65 cuando clip_image123

clip_image125capacidad nominal de momento

clip_image127área de la lámina por unidad de ancho

clip_image129 profundidad del bloque a compresión

La ecuación 1.9 debe ser aplicada con cautela a aquellas láminas cuya profundidad exceda los 75mm. Esta ecuación asume un rendimiento máximo de la sección de la lámina, no obstante, una lámina que sea muy profunda pudiera no poseer la ductilidad adecuada para alcanzar un máximo aprovechamiento de la sección antes de que ocurriese el aplastamiento del hormigón. (Sabnis, 1979).

Para la capacidad de sobre-reforzamiento clip_image131, según Porter y Ekberg (Porter and Ekberg, 1976):

clip_image133 (10)

clip_image135 factor de reducción de la capacidad a flexión. Suele tomarse como clip_image137.

clip_image1390.425 para clip_image100[1]

(reduciéndose en un índice de 0.025 por cada 7MPa

de resistencia que excedan los 28MPa)

clip_image020[1]ancho unitario

clip_image143 (11)

clip_image145 (12)

clip_image147proporción de refuerzo, clip_image149

clip_image151 tensión máxima de compresión del hormigón

3.1.3 Cálculo del fallo por cortante longitudinal

Este procedimiento está basado en el método m-k de Porter y Ekberg (Porter and Ekberg, 1975), que emplea datos obtenidos de los ensayos de flexión en escala natural de losas ensayadas en tramos simples. Un gráfico típico se muestra en la Fig. 8. La línea de regresión obtenida se reduce en un 15% para tomar en cuenta la dispersión de los resultados experimentales.

sin apuntalamiento:

clip_image153 (13)

con apuntalamiento:

clip_image155 (14)

clip_image135[1] factor de reducción de la resistencia. Suele tomarse como clip_image158

clip_image160 resistencia nominal del enlace a cortante (por ancho unitario)

clip_image020[2] ancho unitario de la losa

clip_image022[2] profundidad efectiva de la losa

clip_image164 pendiente reducida de la línea de regresión obtenida de los resultados de resistencia a cortante obtenidos experimentalmente.

clip_image166

clip_image147[1] proporción de refuerzo, clip_image169

clip_image032[1] Luz de cortante (para losas con carga distribuida uniformemente, se toma como la cuarta parte de la luz total)

clip_image172 coordenada de intercepto con el eje de las clip_image044[2] de la línea de regresión reducida obtenida de los resultados de resistencia a cortante obtenidos experimentalmente

clip_image104[1]resistencia a compresión del hormigón

clip_image176 coeficiente que toma la proporción de carga muerta agregada una vez retirados los apuntalamientos

clip_image178 carga de viento perpendicular a la losa

clip_image180

3.2 Métodos de cálculo del Eurocode

En el Eurocode 4 (Eurocode-4, 2004) se delinean los procedimientos europeos de diseño. Dichos procedimientos son muy similares a los adoptados por las normas de los Estados Unidos, pero incluyen un método adicional para la determinación de la capacidad límite por cortante longitudinal, el llamado Método de conexión parcial a cortante “Partial Shear Connection Method” (PSC) o el “clip_image182Method” (Stark, 1991).

3.2.1 Método de conexión parcial de cortante (PSC)

Este método tiene sus raíces en el método de interacción parcial empleado para vigas compuestas, y es aplicable solo a aquellas losas que muestren un fallo de tipo dúctil. En 1990 Patrick desarrolló las bases para este método empleando leyes constitutivas para determinar la distribución de tensiones a lo largo de la sección transversal (Patrick, 1990). El método PSC es más aceptado que el m-k debido a que el primero está fundamentado en procesos mecánicos y eso lo hace más intuitivo para el diseñador. Resulta ventajoso además porque con él es posible obtener un comportamiento que es específico de las condiciones de carga. Debido al hecho de que esté fundamentado en procesos mecánicos es que resulta posible incluir los efectos de anclaje tales como continuidad, fuerzas de fricción y conectores de cortante, como es descrito por numerosos investigadores (Bode and Dauwel, 1999, Bode and Sauerborn, 1992, Schuurman and Stark, 2000). Este método permite además la cuantificación del incremento de resistencia debido al refuerzo de barras de acero adicionales (Bode and Sauerborn, 1992, Stark, 1991) .

El método de conexión parcial de cortante se basa en el desarrollo de un gráfico donde se plotea la capacidad de momento contra el grado de interacción a cortante, como se muestra en la Fig. 1. 9. La capacidad de diseño se determina como se describe a continuación:

clip_image184 (15)

clip_image186 fuerza de tracción en la lámina metálica

clip_image188 brazo de palanca entre las fuerzas a tracción y las fuerzas a compresión

clip_image190 capacidad flectora de la lámina metálica trabajando sola

Es imprescindible ejecutar, para cada diseño de lámina, una serie de ensayos de flexión en escala natural, con el fin de determinar la fortaleza del enlace a cortante, clip_image192 la cual viene dada por la expresión:

clip_image194 (16)

La resistencia característica a cortante clip_image196 está dada por el mínimo valor experimental reducido en un 10% y dividido por un factor de seguridad clip_image198. La elaboración de los gráficos de diseño se basa en equilibrar las fuerzas de tracción y compresión, y regularmente requiere de análisis empleando sistemas de cómputo. A aquellas losas ancladas en sus extremos le corresponderán gráficos de diseño que estarán desplazados horizontalmente en una cantidad que representa el porciento conque los dispositivos de anclaje extremo contribuyen a la resistencia total a cortante. Empleando el método de conexión parcial de cortante se logran diseños más económicos que si se emplea el método m-k (Bode and Dauwel, 1999, Bode and Sauerborn, 1992, Stark, 1991, Edder and Crisinel, 2003).

En investigaciones más recientes se han comprobado algunas deficiencias del método PSC. Su aplicabilidad está limitada solamente a aquellas losas que presenten un fallo de tipo dúctil; esto obliga a que las luces cortas deban ser especialmente chequeadas debido a que las mismas tienden a presentar fallos frágiles. Para determinar la resistencia del enlace a cortante por este método, es necesario ejecutar ensayos a probetas en escala natural, lo cual, como ya se ha explicado anteriormente, es un proceso muy costoso tanto en materiales como en consumo de tiempo, espacio y mano de obra. El valor experimental de la resistencia a cortante depende del grado de interacción para el cual se desarrolla dicha resistencia, y la misma es altamente dependiente de las condiciones de carga de las pruebas experimentales; por ello, la selección de la configuración de carga debe ser elegida muy cuidadosamente (Veljkovic, 2000, Edder and Crisinel, 2003).

3.3 Otros métodos

3.3.1 Métodos de fuerza

En 1997, en el Instituto Tecnológico de Virginia, Widjaja (Widjaja, 1997) utilizó la teoría de interacción parcial de cortante para desarrollar dos métodos de fuerza que excluyen la necesidad de ensayos en escala natural, empleando solamente los datos de fuerzas de cortante y deslizamientos obtenidos de los ensayos de cortante similares a los de Daniels. Él los llamó indistintamente “Método iterativo”, y “Método directo”. Widjaja transformó los resultados experimentales en resistencia a cortante distribuida a todo lo largo de la luz de la probeta en escala natural; aunque ignoró los efectos de concentración de fuerzas que se dan sobre los apoyos. En el método iterativo se determinan las fuerzas en la losa a partir de considerar la localización de la sección crítica en los puntos donde aparecen las primeras grietas. Debido a que con este método se puede determinar la resistencia de la losa a través de su historial de carga, entonces, en lugar de un modelo plástico se describe un modelo elasto-plástico de distribución de tensiones en la cara de una sección transversal. Las tensiones en el hormigón se determinan a partir de su relación con el deslizamiento entre la lámina metálica y el bloque de hormigón endurecido. Este procedimiento difiere del método PSC de Patrick, donde se considera la resistencia remanente de la lámina metálica en su estado no compuesto. Con el método directo se puede determinar la resistencia de la losa solo al momento del fallo sumando los momentos debidos a las fuerzas transferidas por cortante entre la lámina metálica y la losa de hormigón, y adicionándole a ello entonces la resistencia remanente de la lámina metálica. La magnitud de la fuerza cortante que es transferida se determina con pruebas experimentales.

3.3.2 Método de Calixto

Calixto junto a varios colegas (Calixto et al., 1998), partiendo del método PSC, desarrollaron una nueva ecuación de diseño que delimita la contribución de la fricción del aporte de la interacción mecánica. Aunque la ecuación que propusieron resulta ser ligeramente más compleja que las anteriores, describe de forma más fidedigna el comportamiento de los especimenes de ensayo. Como resultado, las tensiones de diseño que se obtienen con esta ecuación son más exactas y tienen bastante correspondencia con las obtenidas por el método m-k.

Schuurman y Stark (Schuurman and Stark, 2000) desarrollaron un modelo de distribución del cortante longitudinal que incluye el incremento de la fricción sobre los apoyos en lugar de considerar, como lo hacían los modelos anteriores, una fuerza cortante uniformemente distribuida a todo lo largo de la luz. En este modelo se analizan tres parámetros: cortante sobre los apoyos, cortante alejado de los apoyos, y la distancia sobre la cual actúa el incremento de cortante en los apoyos. Debido a las dificultades para determinar estos parámetros, este modelo aún no se acerca a las condiciones suficientes como para establecer un nuevo método de diseño a partir de él.

3.3.3 Método de interacción parcial modificado

Veljkovic (Veljkovic, 1994, Veljkovic, 1996, Veljkovic, 2000) desarrolló una versión modificada del método de interacción parcial que es aplicable tanto para losas con fallo frágil, como con fallo dúctil, y toma en consideración diferentes condiciones de carga usando para ello una “longitud de transferencia” en lugar de la luz de cortante. Él propuso que a partir de los resultados de tres pruebas experimentales para determinar la magnitud del enlace a cortante, resultara posible caracterizar todos los parámetros que influyen en la resistencia a cortante. Con la prueba “push-out” se puede obtener el comportamiento de la interacción mecánica, y con la prueba de “pull-out” se puede determinar la magnitud de la reducción de la resistencia a cortante debida al aplastamiento de las embuticiones sometidas a fuerzas de tracción. Por su parte, el ensayo “friction”, como su nombre lo sugiere, sirve para determinar el coeficiente de fricción. Finalmente, partiendo de los resultados de estos tres ensayos se construye una función de distribución, la cual describe la variación del comportamiento del enlace a cortante a lo largo de toda la luz. Esta distribución se emplea para simular, por medio de un modelo de elementos finitos, el ensayo de flexión en escala natural de una losa compuesta, y para determinar las tensiones promedio de fallo por cortante longitudinal. El modelo considera cómo el agrietamiento del bloque de hormigón afecta la distribución de la fuerza cortante. Veljkovic empleó dos coeficientes de corrección para transformar el complejo comportamiento del modelo de elementos finitos en un modelo simple de fácil cálculo con medios aritméticos tradicionales. Con el empleo de esas ecuaciones de diseño se obtienen tres puntos a partir de los cuales es posible construir la envolvente de la resistencia flexional a todo lo largo de la luz, lo cual es aplicable a losas de tramo simple.

3.4 Método de elementos finitos

La modelación numérica de losas compuestas ha sido objeto de muchas investigaciones (Widjaja, 1997, Veljkovic, 1998, Schuurman, 2000, Edder, 2003, Abdullah, 2004, Ferrer, 2006). De una forma u otra todas intentan simular el efecto de cizallamiento longitudinal entre la superficie portante de la lámina metálica colaborante y el bloque de hormigón. Las modelaciones recientes que mejor describen este comportamiento han sido las efectuadas por Abdullah y Ferrer.

Abdullah empleó el código comercial Abaqus/Explicit y una configuración carente de embuticiones. Modela un nervio de la losa en toda su longitud, con elementos finitos tipo placa para la lámina de acero y elementos sólidos 3D para el bloque de hormigón. La interacción entre superficies la simula empleando elementos tipo conectores de rigidez no lineal y conectados nodo a nodo (Abdullah, 2004).

Ferrer utilizó el código comercial Ansys asumiendo un modelo de contacto de fricción rígida de Coulomb, sin adherencia inicial, sin efectos dinámicos y sin tensión tangencial máxima. Para el acero de la lámina metálica colaborante se empleó un modelo multilineal elasto- plástico simétrico y el bloque de hormigón se simplificó a considerarlo como una superficie infinitamente rígida. Fueron aprovecharon las simplificaciones que facilita la doble simetría geométrica y de cargas en la probeta del ensayo pull out, así como la simetría longitudinal regida por el patrón cíclico de embuticiones. La lámina se modeló con elementos finitos tipo placa con integración reducida, asumiendo el comportamiento de la lámina modelada por su fibra media. La carga aplicada consistió en un desplazamiento longitudinal en la dirección del deslizamiento, impuesto a todos los nodos de cada uno de los bordes transversales de la lámina (Ferrer, 2006).

3.5 Método simplificado de Crisinel

Daniels, Crisinel, Laane y Edder (Laane and Edder, 2002, Crisinel et al., 1999, Daniels and Crisinel, 1993) desarrollaron un método de análisis numérico que experimentalmente requiere sólo de ensayos en escala reducida para determinar la magnitud del enlace a cortante, y que es aplicable a losas de luces tanto simples como continuas. La principal ventaja radica en que este método no requiere de ensayos de flexión en escala natural. Con los resultados de los ensayos de tracción (pull- out) se calcula la resistencia de las embuticiones, y a partir de los ensayos de compresión (push- out) resulta posible estimar la resistencia que aportan los anclajes en los extremos.

El comportamiento de cada sección transversal queda definido por dos parámetros, la fuerza axial y la curvatura. Este método además facilita que con un análisis no lineal por elementos finitos de la interacción parcial, sea posible estimar el comportamiento de la losa compuesta bajo las cargas actuantes. Los resultados que se obtienen por este método son muy similares a los que se logran aplicando el método de interacción parcial (PSC) o el m-k. Crisinel, Edder y Schumacher (Crisinel et al., 1999, Schumacher et al., 2000, Crisinel and Edder, 2004) desarrollaron un novedoso procedimiento al que llamaron Nuevo Método Simplificado (“New Simplified Method”), el cual no depende ni de ensayos en escala natural ni de simulaciones numéricas. La base de este método está en crear un gráfico trilineal de la curvatura de momento en la sección crítica de la losa (Fig. 10). Estas tres líneas representan una fase cada una. La primera, comportamiento elástico lineal: interacción completa entre la lámina y el hormigón, sin presencia de agrietamientos o deslizamientos. Segunda, comportamiento elástico o elasto-plástico: El hormigón comienza a agrietarse, pero en la probeta se conserva aún una completa interacción entre la lámina metálica y el bloque de hormigón. Y la tercera y última, comportamiento elasto-plástico no lineal: el hormigón se ha fisurado, existen desplazamientos apreciables y la interacción entre la lámina y el hormigón se ha reducido a la categoría de parcial (Fig. 10). En la 2da región deberán colapsar aquellos especimenes a los que corresponde un fallo del tipo frágil, lo cual se relaciona con la ruptura de la interacción química. Aquellos especimenes que presentan un fallo de tipo dúctil, colapsan dentro de la 3era región, la cual se relaciona con el fallo de la interacción mecánica.

Este método brinda menos precisión para los especimenes de fallo frágil debido a la inconsistencia de la adherencia química, sin embargo, ha probado corresponder con los resultados experimentales con muy buena exactitud en los casos de probetas de losas compuestas con fallos en modo dúctil.

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Conclusiones

Las losas compuestas representan una tipología estructural altamente eficiente, tanto por la rapidez de su ejecución, como por el ahorro de materiales y la alta resistencia que con ellas se puede lograr.

En el caso específico de los países del Caribe, como Cuba, que son frecuentemente visitados por huracanes cada vez más violentos, puede constituir la solución ideal para edificar en serie viviendas con cubiertas resistentes a los ciclones.

La losa compuesta, por su estética agradable, puede ser indistintamente empleada tanto para edificaciones de zonas rurales como en zonas urbanas.

Las losas compuestas vienen siendo empleadas en la construcción desde inicios del siglo pasado, por lo que se cuenta con una vasta teoría y práctica sobre sus formas de utilización y métodos de cálculo y diseño.

En los últimos años se ha incrementado ostensiblemente el interés de la comunidad científica mundial, sobre todo europea, por llevar hasta el límite de optimización el aprovechamiento de la capacidad resistente de este probado sistema estructural.

Las tendencias actuales de investigación están encaminadas al empleo de los métodos de simulación numérica por ordenador para estudiar los fenómenos de interacción local en la interface de contacto entre las embuticiones y el bloque de hormigón contenido.

AUTOR:

Ing. Melchor López Ávila