La capital de la comarca tarraconense del Montsià, ubicada junto al Ebro, alberga una construcción emblemática y distinguida de la ingeniería, el puente colgante de Amposta. El río Ebro de cauce profundo y de anchura superior a los 100 metros, potenció la idea de ejecutar una estructura de un único vano suspendido de un sistema de cables que combinase la tecnología de puentes atirantados con la técnica propia de los puentes colgantes, en definitiva una obra maestra para la época.
Información de BASF Chemical Company
El puente de Amposta es una estructura singular de 134 m de luz, compuesta por dos vigas longitudinales de acero constituidas por celosías metálicas (vigas de rigidez), vigas metálicas transversales y un tablero de hormigón suspendido de un sistema de cables. Una losa central de hormigón armado y dos en voladizo conforman la calzada para el tráfico de vehículos y los pasillos peatonales.
Desde su concepción a principios del S.XX hasta el día de hoy ha sufrido diversas actuaciones para su conservación. El proyecto original diseñado por el ingeniero D. J. Eugenio Ribera en 1913 se materializó y culminó con su inauguración en 1921. Lamentablemente durante la guerra civil fue objetivo militar por su importancia estratégica como la única vía de conexión terrestre entre las dos orillas del río Ebro. En 1941 fue reconstruido fiel al diseño original, introduciendo ciertas mejoras, ampliando el tablero y aumentando el número de cables. En los años 70 otro ingeniero reputado, D. J. Batanero, redactó el proyecto de refuerzo, consistente principalmente en la sustitución de tres cables principales, de todos los tirantes y en la ejecución de una nueva viga de rigidez. Después de diversas rehabilitaciones puntuales, fue en el año 2005 cuando el Ministerio de Fomento encargó a Proes Consultores, S.A. la inspección exhaustiva y meticulosa del histórico puente para detectar sus patologías y evaluar las medidas correctoras con la redacción del proyecto integral de rehabilitación.
La estructura actual del puente colgante, después de casi un siglo de uso, requería su rehabilitación y reconstrucción conservando el concepto original. El proyecto de restauración llevado a cabo pretendía además, prolongar la fiabilidad y la vida útil del puente, hacerlo capaz de resistir cargas conforme a la normativa vigente y adaptarlo a condiciones actuales de tráfico.
La inversión total llevada a cabo por el Ministerio de Fomento, la Dirección General de Carreteras y la Demarcación de Carreteras de Cataluña ha sido de 4,27 millones de euros.
El proyecto de rehabilitación fue desarrollado por PROES Consultores, S.A. que además fue la asistencia técnica a la Dirección de Obra y realizó el Control y Vigilancia de las obras.
La UTE adjudicataria de las obras de rehabilitación está formada por DRACE - Construcciones Especiales y Dragados S.A.-, GEOCISA - Geotecnia y Cimientos S.A. y Trabajos Especiales ZUT, S.A.
Características técnicas del Proyecto de rehabilitación.
Las actuaciones más destacables llevadas a cabo en la rehabilitación del Puente Colgante de Amposta, son el aligerado de la calzada, la ampliación de la acera de paso peatonal, el refuerzo de la estructura metálica, la sustitución completa del sistema de cables de sustentación, la instrumentación del puente como medida de seguimiento y control del mismo en servicio y la instalación de un nuevo sistema de dispositivos de apoyo desarrollado por BASF.
Las vigas de acero que soportan al tablero rehabilitado se apoyaron sobre 4 nuevos dispositivos de sustentación dispuestos en la cámara de las pilastras. Estos habitáculos son accesibles desde el exterior para permitir las labores de inspección y mantenimiento de los aparatos de apoyo.
Dispositivos de apoyo y de protección sísmica
Los dispositivos BASF instalados en el Puente colgante, fueron diseñados, fabricados y desarrollados para cumplir con los parámetros más exigentes de diseño y de calidad requeridos por PROES.
El sistema de sustentación diseñado lo componen un apoyo POT guiado según el eje longitudinal, combinado con dos Transmisores de Impacto como medida de prevención frente cargas repentinas o inesperadas. Permiten rotaciones y movimiento horizontal en el eje longitudinal para movimientos lentos; soportan la carga vertical, la carga horizontal transversal y la carga longitudinal debida a acciones dinámicas.
Los transmisores de impacto entran en funcionamiento cuando una carga repentina es transmitida por la estructura, como por ejemplo una carga generada tras un frenado o una carga generada por un sismo en el eje longitudinal del puente.
Estos dispositivos además de soportar y transmitir las cargas verticales y los esfuerzos horizontales, reducirán el movimiento de balanceo transversal debido principalmente a la acción del viento y el movimiento de balanceo longitudinal ocasionado por la circulación y frenado de tráfico pesado. A su vez permitirán los movimientos graduales propios de la estructura derivados de cambios térmicos.