En la última década, China ha experimentado un impresionante boom de la construcción para alojar a una creciente población urbana y a un expansivo sector industrial. Eso ha llevado a que se desarrollen nueva técnicas constructivas, como la de los apodados como "edificios instantáneos".
Estas estructuras se levantan en cuestión de días y la mayoría de las partes que las componen son fabricadas en factorías y ensambladas más tarde en los lugares de construcción.