El Eurotunel o el túnel Seikan con sus 50 y 53 kilómetros respectivamente son obras impresionantes de la ingeniería moderna, pero casi palidecen en comparación con la que se describe en The Ancient World's Longest Underground Aqueduct.
Se trata del Qanat Firaun, el Canal de los Faraones, un acueducto construido por el imperio romano para llevar agua a la zona de laDecápolis, una confederación de diez ciudades de en la antigua provincia romana de de Siria, provincia situada en la Jordania actual.
Arrancaba de una zona pantanosa, que en la actualidad ya está seca, y durante 64 kilómetros discurría por la superficie, para luego pasar a discurrir bajo esta en tres túneles de 1, 11 y 94 kilómetros respectivamente que alcanzan una profundidad de hasta 80 metros.
Con una altura media de 2,5 metros y un ancho de 1,5 se calcula que era capaz de transportar de 300 a 700 litros por segundo. En sus primeros 60 kilómetros la pendiente es de un 0,3 por mil, lo que quiere decir que por cada kilómetro recorrido el túnel gana 30 centímetros de profundidad, lo que supone una precisión poco menos que asombrosa para aquella época.
Mathias Döring, su descubridor, cree que el método que utilizaban los romanos era el de ir marcando la ruta en la superficie y luego ir construyendo túneles de acceso separados entre 20 y 200 metros (se han encontrado hasta 2.900 de estos túneles) en los que con ayuda de niveles y plomadas bajaban hasta la profundidad deseada y luego se iba excavando hacia el siguiente y anterior túnel de acceso.
Construcción del acueducto - Der Spiegel
Esto permitía no sólo ventilar las zonas de trabajo sino que también permitía que hubiera un montón de gente trabajando simultáneamente. En los casos en los que una sección del túnel se desviaba un poco no quedaba otra opción que la de hacer un zig-zag, lo que sucedió en alguna que otra ocasión.
Es cierto que tardaron 120 años en completarlo frente a los seis del Eurotúnel o 25 del Seikan, y que por lo visto nunca funcionó en toda su longitud sino por secciones, pero conviene no olvidar que estamos hablando de una obra llevada a cabo entre los años 90 y 210 después de Cristo.
En la actualidad sólo hay un túnel que lo supere en longitud, justamente otro acueducto, el de de Päijänne, en Finlandia, con 120 kilómetros de largo.