El túnel de base San Gotardo, es una faraónica obra de ingeniería que ha conseguido alcanzar el título del túnel más largo del mundo. Consta de dos tubos principales de vía única paralelos con una longitud de 57 kilómetros cada uno, atravesando los maravillosos Alpes suizos. Aunque hayamos tenido que esperar 14 años en la finalización de su perforación, todavía quedan algunos más antes de que el túnel quede plenamente operativo al tránsito.
La perforación del túnel comenzó en 1996, enfrentándose a diversas dificultades y contratiempos en la siguiente década y media. Como ejemplo de ello, al inicio de la perforación en Sedrun se produjo un derrumbamiento, que provocó una riada y la obstrucción del túnel por desprendimientos de roca y arena, lo que obligó a parar las labores de avance durante más de seis meses. La perforación por lo tanto, no fue especialmente fácil.
El túnel fue perforado desde el centro hacia fuera, instalando en su interior dos tuneladoras que avanzaban en direcciones opuestas. Su construcción fue prevista para un sistema de túneles con dos tubos principales de vía única, conectados cada 325 metros aproximadamente por túneles de servicio. El túnel este, finalmente eliminó los últimos metros de roca durante el día de ayer, completando así la fase de perforación, haciendo que, oficialmente, el túnel de San Gotardo sea el más largo del mundo. Aunque hay que recordar que el túnel oeste no se completará hasta abril de 2011 si no surge ningún contratiempo.
Cuando esté terminado finalmente, probablemente entre el 2016 o 2017 (aunque se estima que pueda estar finalizado antes), el San Gotardo conectará el sur de Alemania con el norte de Italia. Y este innovador trabajo es sólo el primero de tres grandes proyectos de túneles similares; conectando Lyon (Francia) hasta Turín (Italia), mientras que el tercero unirá Austria con Italia, siempre y cuando no se vean afectados por los inminentes recortes presupuestarios en obras públicas, que actualmente se está produciendo en la Unión Europea.
El túnel fue diseñado para garantizar la máxima comodidad y el menor impacto posible en el entorno natural. Aunque el San Gotardo sólo reducirá alrededor de una hora el viaje, en comparación con las rutas ferroviarias actuales, permitirá el envío de mercancías en grandes cantidades de forma mucho más segura. Los trenes y camiones pesados aportan importantes daños ecológicos a los Alpes, tanto en la erosión, como en la destrucción de los hábitats de plantas y animales. El túnel debería ayudar a mitigar este problema. Y, por supuesto, los trenes de pasajeros aliviará parte de la congestión del tráfico en las carreteras de montaña.
La perforación del túnel, ha supuesto la extracción de una cantidad ingente de roca, tantas como para llenar 13 edificios como el Empire State, que se utilizarán para restaurar lagos que fueron previamente dragados. Además, una parte del agua caliente que corre a través de los Alpes, y que antes era difícil de obtener, se desviará para las explotaciones piscícolas sostenibles.