Hace poco más de cuatro años llegó a Chile la tecnología alemana de las termoparedes de hormigón, un tipo de muro construido con ladrillo liviano de poliestireno expandido (EPS), que se rellena de hormigón, y que permite incorporar el moldaje a la estructura.
Termoparedes de hormigón
En busca de una mayor eficiencia energética
Hace poco más de cuatro años llegó a Chile la tecnología alemana de las termoparedes de hormigón, un tipo de muro construido con ladrillo liviano de poliestireno expandido (EPS), que se rellena de hormigón, y que permite incorporar el moldaje a la estructura, generando una gran aislación térmica y acústica.
Se trata, en definitiva, de un concepto de vivienda térmica, basado en la solidez estructural del hormigón, que permite una construcción mucho más eficiente desde el punto de vista energético. Dicha tecnología puede ser utilizada en construcciones de plantas bajas, altas y sótanos; tanto para viviendas, edificios, cámaras frigoríficas y piscinas.
Beneficios
Aislación térmica: Como ya hemos mencionado, el principal beneficio de esta tecnología radica en que permite una alta aislación térmica y, por ende, un ahorro en el consumo de energía, con niveles de espesor muchísimo menores que otros métodos constructivos; en una relación extrema de 25 centímetros para las termoparedes. Además, los edificios construidos con este tipo de técnica presentan una temperatura más uniforme tanto en el día como en la noche, con menos puntos fríos y puntos calientes, y una temperatura mucho más estable desde el suelo al techo. Diferentes mediciones han mostrado diferencias de temperatura de sólo 2 y 3 grados entre el punto más frío y el más caliente. Junto con esto, las termoparedes están expuestas a cambios de temperatura más lentos, con cerca de 3 y 5 veces mayor masa térmica que una pared de madera convencional.
Eficiencia Energética: Se estima que entre un 20 y un 40% de la calefacción y la refrigeración de una construcción está destinada a corregir la temperatura del aire generada por fugas e infiltraciones desde el exterior. En el caso de las termoparedes, estas filtraciones se reducen en menos de la mitad, lo que provoca que una construcción diseñada con este sistema alcance ahorros del orden del 60% al 100%, dependiendo de factores como la zona climática donde se aplique. Esto, gracias a que el sistema provee un envolvente térmico continuo, sin puentes térmicos, que requiere mucho menos energía para calefaccionar o enfriar un recinto.
Aislamiento acústico: Se estima que las termoparedes ofrecen una reducción en la transmisión del sonido de poco más dos tercios en comparación con las paredes tradicionales.
Resistencia: Las termoparedes presentan un excelente historial de comportamiento frente a desastres naturales, como terremotos, aluviones y huracanes, reduciendo además el nivel de vibraciones que perciben sus ocupantes. Distintas experiencias demuestran que los edificios construidos con termoparedes han resistido terremotos de entre 5 y 7 puntos en la escala de Richter sin daños significativos.
Durabilidad: El hormigón es un material de gran estabilidad en el tiempo, dada su resistencia frente a la humedad, el fuego, la luz, la oxidación y las plagas. De esta forma, las termoparedes requieren de un muy bajo nivel de mantenimiento y reparación.
Facilidad en la construcción: La termopared destaca por contar con un sistema de montaje sencillo, que se articula a partir de las dos caras del moldaje (macho y hembra) que se ensamblan, para luego encastrar y dimensionar el ladrillo, apuntalar la pared y colocar el hormigón. Esto le permite reducir en cerca de un 50% los tiempos de obra gruesa respecto de la construcción tradicional, gracias a que trabaja con moldajes muy livianos y procesos constructivos más simples.
Flexibilidad en el diseño: Por último, cabe destacar que las termoparedes de hormigón son adaptables a cualquier forma y diseño, y compatibles con cualquier acabado, ya sea estuco, revestimiento, piedra, ladrillo o madera. Además, los bloques son resistentes a agentes externos como agua dulce, agua de mar, ácidos, álcalis, alcoholes y amoníacos.
Contexto constructivo nacional
En enero de este año comenzó a implementarse la nueva Normativa Térmica para Viviendas, el articulo 4.1.10 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones que amplía la tradicional mirada que restringía el tema térmico sólo al tratamiento de los cielos, para incorporar el concepto de "complejo térmico", que incluye cielos, muros, pisos y vidrios, como elementos fundamentales frente al traspaso de temperatura de una vivienda. De esta forma, la medida busca alcanzar un ahorro de energía a la hora de calefaccionar o enfriar una vivienda. En este contexto, el sistema de termoparedes apunta directamente a satisfacer las necesidades que impone esta nueva normativa, puesto que plantea un importante confort térmico, que supera ampliamente las disposiciones legales en este sentido, levantándose como una solución para la construcción sustentable.
La técnica, que se emplea hace más de 20 años en Europa, Estados Unidos y Canadá, ha alcanzado una gran aceptación en nuestro país, puesto que permite abordar tanto proyectos nuevos, como construcciones ya existentes.
“Chile es pionero a nivel térmico en Latinoamérica, sin embargo, en el ámbito internacional aún le queda mucho por aprender, aún cuando la tendencia nos indica que este tipo de soluciones seguirán en aumento, principalmente por la entrada en vigencia de la normativa térmica”, explica Sebastián Goldberger Konstandt, Gerente General de Exacta, empresa responsable de traer esta tecnología a nuestro país.
Via ICH