En la ciudad japonesa de Fukuoka, existe un edificio muy singular, el “Acros Fukuoka”. Diseñado por el arquitecto argentino, Emilio Ambasz y Asociados, destaca por tener grandes áreas verdes, que le otorgan la apariencia de “edificio parque”. zAmbasz, ha destacado por sus trabajos, donde relaciona arquitectura con naturaleza
La ciudad requería un nuevo edificio de oficinas estatales y la única zona disponible en el centro de la ciudad, simultáneamente era su última área verde. El edificio de ACROS (Asian Crossroads Over the Sea), responde a la necesidad de fomentar áreas verdes en el costoso terreno urbano japonés y a su vez implementa una torre útil, funcional y de vistoso paisaje
El edificio se convierte en un parque tridimensional, a manera de montaña boscosa, integrando el inmueble al espacio público. El edificio presenta una dualidad en relación a su fachada; la cara norte mantiene su cara urbana, elegante, frente al barrio financiero de la ciudad. Antagónicamente, la cara sur, está frente a un parque, consiste en un atrayente juego de jardines, creados sobre grandes terrazas de 100 metros de largo por 12 de profundidad, que funcionan como una prolongación escalonada del parque de la calle.
Existen más de 35.000 plantas de 76 especies diferentes, que aparte de purificar el aire, ahorran la energía del edificio, al conservar estable su temperatura interior. En medio de estas terrazas emerge, como si fuera un iceberg, una torre semicircular donde se encuentra el auditorio y distintas tiendas y oficinas, además de 3 niveles de parqueo; produciéndose un original contraste entre naturaleza y artificialidad.
