jueves, 7 de enero de 2010

Uniendo estrecho de bering

El objetivo del concurso consiste en el diseño del Parque de la Paz ('Peace Park') y de una estructura puente que utiliza las dos islas del Estrecho de Bering (la Diomede Grande de Rusia y la Diomede Pequeña de EEUU) para simbolizar la continuidad de los dos continentes: una propuesta ideal de cómo conectar los dos continentes.

clip_image001El diseño de la propuesta contempla el hecho de que los dos continentes están hechos para ser conectados. La fuerza de la Naturaleza los dividió y creó, debido a esta separación, la disyunción entre las personas y las naciones, mantenida durante mucho tiempo.

En Junio de 2009 se publicaron los nombres de los estudios ganadores para conectar el estrecho de Bering, entre Rusia y EEUU, a través de un puente o un túnel.

La propuesta del estudio parisino OFF Architecture (equipo formado por Mandl Rachdi, Tanguy Vermet, Mathieu Michel, Takanao Todo y Lily Nourmansouri) ganó el segundo premio en la Categoría Profesional:

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"El proyecto en sí mismo no se refiere simplemente a la construcción de una línea comercial o un ferrocarril, ni a un puente que conecte un continente con el otro. La amplitud, el emplazamiento, el contexto geopolítico así como la conciencia ecológica global implican una propuesta extrema más audaz, un proyecto activo sensible a las condiciones del lugar.

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En el umbral entre los océanos Ártico y Pacífico, el Estrecho muestra un clima altamente frágil y sensible, unido a la creación de hielo, actuando como zona estratégica para la climatología global. Un ecosistema particularmente increíble relacionado con el clima de la zona se compone de especies muy raras y frágiles, incluyendo belugas, morsas, osos polares, ballenas azules, delfines y orcas, por nombrar algunos.

Debido al paso por aguas con poca profundidad, la estructura propuesta es capaz de descender al fondo del océano y sobresalir sólo unos pocos metros por encima del nivel del agua.

La estructura funciona a compresión. Dos muros paralelos atraviesan el agua, creando una separación sólida, que al mismo tiempo es habitable. Cada muro, de 10 metros de espesor, proporciona infraestructuras para trenes y vehículos en la parte superior. La estructura masiva requiere simplicidad, que consigue desarrollándose en una línea directa que conecta los dos lados del Estrecho.

clip_image004El espacio intersticial creado por esta impactante separación, de 50 metros de ancho, se transforma en un sistema de comunicación y un intercambiador, proporcionando a los visitantes y habitantes la oportunidad de atravesar el Estrecho a pie, como hicieran originalmente las antiguas civilizaciones. Viajando por los tubos, las vistas del paisaje marino aparecen continuamente atravesando la línea del horizonte dentro del espacio interior, constituyéndose una nueva superficie de suelo sumergida 50 metros bajo el nivel del mar.

El proyecto se abastece de las energías verdes, aprovechando las ventajas del lugar y su capacidad inherente para instalar un sistema completamente ecológico y renovable.

clip_image005El delicado ecosistema del entorno podría enriquecerse gracias a las perforaciones aplicadas en la estructura principal, a través de las cuales la fauna local podría penetrar, procurando laboratorios anejos con acceso directo para la investigación o permitiendo al público explorar y presenciar esta instalación única. Un espacio protegido es aquel creado para que ese ecosistema prospere. El proyecto actuaría como un filtro que permitiría respetar naturalmente el medio en términos de energía, de pesca y de observación, bajo circunstancias controladas.

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Además, la separación del Ártico del Pacífico mejoraría el aislamiento de la temperatura entre los dos océanos, que desciende hacia el Ártico, y reduciría el flujo entre los dos cuerpos de agua. La lámina de hielo del Ártico se auto-estabilizaría, evitándose así que se derritiera. Los niveles de salinidad también serían estabilizados así como el descenso de la afluencia de salinidad en las aguas del Pacífico, fomentando un descenso en el hielo derretido y por consiguiente reduciendo el cambio climático global.

clip_image007La estructura procuraría ventajas en las actuales corrientes del canal. Ciertas perforaciones en la estructura actuarían como turbinas marinas, acelerando el movimiento del agua y las corrientes. Dado que el nivel del agua en el Estrecho es relativamente poco profundo, el flujo tendería a ser más rápido, generando más energía.

Debido a su gran escala, las turbinas se moverían tan lentamente que la fauna sería capaz de pasar tranquilamente a través de ellas, menguando cualquier repercusión en la vida marina. La energía producida de esta acción sería canalizada hacia las zonas habitadas del proyecto, como las residencias y los laboratorios. Además, los muros de la estructura, sobresaliendo dos metros sobre el nivel del mar, utilizarían la energía producida en las tormentas por las olas golpeando los muros limítrofes.

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La forma del Parque de la Paz ('Peace Park') es a la vez un símbolo del pasado y del futuro. La noción del tiempo y la temporalidad se centralizan; su naturaleza inestable y transitoria se refleja en el hielo que engloba el emplazamiento. Frágiles piezas flotantes de hielo, conocidas como tortas de hielo, mantienen una fuerte presencia. Están constantemente en colisión unas con otras hasta que se transforman en formas circulares y más tarde se solidifican para crear un campo continuo de hielo. Este fenómeno es la base para el diseño de la mínima pasarela que conecta la Diomede Grande y la Diomede Pequeña.

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Sobre la abertura de 50 metros de ancho de la estructura, una serie de cubos modulares de 10 x10 metros, cubiertos con un metal pulido reflectante, flotan delicadamente sobre las aguas del perímetro. La sutil ondulación de los módulos se solidifica una vez que el hielo se congela, exhibiendo la inestabilidad, política y climática que existe en la zona. Los módulos individuales se caracterizan así mismos con el grabado de personas célebres que se han sacrificado para la unificación de estos dos continentes. Cada módulo, actuando como una boya flotante, está equipado para aprovechar la energía de las olas del océano, canalizándose hacia las zonas habitadas.

Actuando como una plataforma panorámica, la totalidad del sublime paisaje puede ser presenciado, experimentado y respetado. Un lugar poderoso donde el tiempo se desvanece, el pasado y el futuro se unen y sólo impera la existencia del paisaje.

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El proyecto divide las islas Diomedes en dos, creando una ciudad hermética, construida en los 400 metros de altura de las islas, realizando un corte en la tierra y habitándolo con residencias, teatros y centros culturales. Una vista fractal de la ciudad sumergida puede ser contemplada por las personas que pasean a través del Estrecho, creando el nacimiento de una ciudad vertical. Se establece un nuevo modo de vida. Debido a la innata masa termal de la roca subterránea, las estancias del programa disfrutan de calidades naturales de calentamiento y refrigeración. La superficie de los Diomedes está descubierta y libre de ocupación gracias a la grieta habitada en su interior."