viernes, 27 de enero de 2006

Informe Geotecnico

Un informe geotécnico es el resultado de los trabajos de inspección y caracterización del subsuelo afectado por una obra de ingeniería o arquitectura, motivados por la necesidad de conocer el comportamiento del terreno ante la influencia de la misma, y que además de comprender los aspectos descriptivos formales del terreno, acostumbra a incluir ciertas recomendaciones para el proyecto de la obra, en aquellas facetas en la que la misma “interacciona” con el terreno.
¿Quién realiza un estudio geotécnico? En sí, la geotecnia es una línea del conocimiento propio de la ingeniería en la que confluyen múltiples disciplinas: desde las vertientes teóricas de las ciencias (geología, física, e incluso química) a los desarrollos en la aplicación de las mismas (hidrología, diseño de estructuras, cartografía, mecánica de suelos...). Es deseable, pues, que un estudio geotécnico sea realizado por un técnico o un grupo de técnicos con formación y experiencia en todos aquellos campos de relevancia para el estudio que se lleva a cabo. En nuestro país, el desarrollo académico de la geotecnia ha sido tradicionalmente asignado (en diferentes grados) a la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, a los estudios superiores de Arquitectura y a la Licenciatura de Geología. Recientemente ha sido ampliado el abanico de titulaciones con dedicación profesional a este campo con la incorporación de la Ingeniería Geológica.¿Cómo se realiza un informe geotécnico? En tanto que una labor que aúna la investigación ante un entorno desconocido en mayor o menor medida (el subsuelo) y la propuesta de soluciones que satisfagan las necesidades de uso o explotación de una obra (conocidas de antemano), el proyecto geotécnico se inicia por el dimensionado de los trabajos a realizar, un aspecto capital para que el estudio aporte información suficiente con la cual fundamentar correctamente las soluciones de diseño de la obra. Las tareas que comprende la vertiente geotécnica de la mayoría de los proyectos se resumen en tres capítulos fundamentales: la asistencia técnica, la prospección y la caracterización de materiales. La prospección agrupa aquellos trabajos que tienen como objetivo llegar a un conocimiento razonable de la geología del entorno de la obra (y en especial, del subsuelo). Son sistemas habituales de prospección la realización de sondeos mecánicos o el uso de métodos geofísicos (entre otros). La caracterización de materiales comprende en esencia los ensayos sobre el suelo, bien sean realizados en el propio lugar en el que se encuentra el mismo (ensayos “in situ”) o bien sobre muestras tomadas durante la fase de prospección (ensayos de laboratorio). El objetivo final de la caracterización de materiales es establecer un modelo de comportamiento para cada tipo de suelo, que pueda servir de base para prever su reacción ante la obra. Evidentemente, puede llegar a contarse con datos abundantes del terreno mediante la realización indiscriminada de prospecciones y ensayos, pero dicha información es poco más que improductiva si antes, durante y después de su ejecución no se realiza una labor de planificación, supervisión, dirección y valoración de la misma por parte de uno o varios técnicos cualificados. Es la asistencia técnica, y el valor que se añade con ella a los trabajos de prospección y ensayo, la responsable de dimensionar correctamente (sin excesos ni defectos) los medios con que debe contarse para satisfacer las necesidades de información de la obra. Es también la asistencia técnica el catalizador que debe contribuir al mejor rendimiento de todos los agentes integrantes del proyecto geotécnico. En su resolución, es cometido de la asistencia técnica traducir el conocimiento geotécnico del terreno a soluciones constructivas factibles que contribuyan al éxito del proyecto y de la obra.
¿Cuándo se realiza un informe geotécnico? La realización del informe geotécnico puede llevarse a cabo en diferentes estadios de la vida de la obra, bien sea cuando las necesidades de información se plantean durante la realización del proyecto, o bien cuando las mismas aparecen mientras se ejecuta el mismo. Aún más, durante la vida útil de la obra pueden aparecer elementos que conlleven la necesidad de realizar un estudio del terreno “a posteriori”, por cambios en el uso o dedicación, o en último caso, por aparición de patologías relacionadas con los aspectos geológicos.
¿Por qué realizar un estudio geotécnico? Por la sencilla razón de que representa una forma de asegurar la viabilidad del proyecto, mejorando los costes del mismo. No cabe en cualquier concepción racional de una obra la idea de diseñar una estructura sin prever la respuesta de la misma frente a las solicitaciones a que va a ser sometida. El terreno, al fin y al cabo, no deja de ser más que un elemento estructural del proyecto, cuya respuesta también requiere ser prevista. Sin un estudio geotécnico, la resolución de los problemas que debe encarar el proyecto en su relación con el terreno acostumbra a requerir márgenes de confianza amplísimos, derivados de la falta de conocimiento exacto sobre el comportamiento del suelo, a consecuencia de los cuales los costes de la obra se multiplican por su innecesario sobredimensionado (en cimientos, estructuras de contención, taludes provisionales o definitivos, etc), e incluso llegando a comprometer su seguridad

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